viernes, 14 de abril de 2017

Reconocimiento a Don Andrés Zevallos de la Puente QDDG y PD 07 de abril ...

Andrés Zevallos De La Puente Centenario

Juan del Carmen Villanueva Rodriguez "Bagate" PINTOR INDIGENISTA Cajam...

Juan del Carmen Villanueva Rodriguez "Bagate" PINTOR INDIGENISTA Cajam...

CAJAMARCA - Pintor indigenista: Andres Zevallos

Lino León y Andrés Zevallos de la Puente

Lino León y Andrés Zevallos de la Puente



Pastoreaba su ganado el tío Lino en una pampa cercana a Contumazá cuando un toro bravo se le abalanzó. Correr no lo podía salvar porque el animal era más veloz. Entonces, nuestro amigo se lanzó a una laguna y comenzó a nadar.

Después de haber recorrido unos doscientos metros, volvió la vista y descubrió que el feroz mamífero también sabía nadar y estaba a punto de alcanzarlo. Y sin embargo, eso tampoco podía intimidarlo.
Avanzó nadando hasta una catarata, se asió del chorro más fuerte y por allí comenzó a trepar hacia la cima donde se creyó por fin a salvo. En realidad, no lo estaba. El toro se había colgado del mismo chorro y también trepaba en busca de su víctima.

Tal vez se dijo: Los seres humanos pueden más que los brutos (aunque no en tiempo de elecciones), y desenvainó su filudo machete y de un tajo cortó el chorro de agua. Desde allí cayó el toro que luego emprendió veloz escape.

De Lino León, se sabe poco. Los relatos orales acerca de él acontecen en un tiempo inmediatamente anterior a la guerra con Chile. De todas formas, hay familias en Cajamarca y otros departamentos del norte que lo ubican como seguro antecesor. Por mi parte, entiendo que fue tío de mi padre, el doctor Eduardo González León, y por lo tanto, su parentesco me honra.

A mi parecer, el más ilustre de los recopiladores de estas historias es el pintor Andrés Zevallos de la Puente. La prosa con que las narra es tan viva que a veces parece añadir invento al invento y nos hace preguntarnos si no se trata del propio tío Lino reencarnado.

Andrés Zevallos de la Puente va a cumplir cien años en diciembre y, sin embargo, hace unos momentos lo llamé por teléfono y nos reímos mucho recordando los tiempos en que yo era catedrático en Cajamarca (mi primer trabajo) y buscaba amparo en la generosa casa de la cultura que el dirigía o en la encantadora biblioteca de su domicilio -colmada de libros y de discos- donde el también profesor Jorge Díaz Herrera aprendió, escuchando a Gardel, los primeros pasos del tango.

Varias veces lo he llamado “inventor de Cajamarca” porque, en cualquiera de sus exposiciones pictóricas, se hallarán los rostros del campo, las fiestas de la siembra y la cosecha, el color de las flores y los árboles, los ritos del amor y de la vida, y, por todas partes, los tunales, las piedras, las dudas, las montañas, las penas, las sombras, las nubes, las palabras iniciales de la creación y todos los hechizos que hacen de Cajamarca una tierra encantada.

Andrés -hoy, uno de los pintores mayores de América Latina- ha soportado el precio que se paga por tener imaginación en el Perú. Era un profesor principiante en el colegio San Ramón cuando perdió casi todo lo que tenía en la vida. Su también joven esposa falleció de un momento a otro. Por su parte, Andrés se quedó sin trabajo.

Eran los días de la dictadura de Odría. Un grupo de soplones fue al colegio para buscar maestros apristas o comunistas y, por supuesto, un artista es siempre un sospechoso. Lo echaron.

Tenía que mantener a sus hijos y se puso a trabajar como camionero, y recorrió kilómetros y kilómetros en los cuales supongo que vería las imágenes de su futura pintura. Han pasado los años y, luego de un segundo matrimonio, tiene una familia encantadora y numerosa como es numerosa y asombrosa su obra pictórica. En estos días, se dio noticia de una nueva edición de los cuentos del tío Lino.


Además se anuncia la celebración del centenario con más pinturas, y eso me hace preguntarme si Andrés Zevallos de la Puente existe en verdad o si es una fantástica creación de Cajamarca, y en los tiempos futuros, , la gente se preguntará quién inventó a quén, si Andrés al tío Lino o el tío Lino a Andrés.

miércoles, 12 de abril de 2017

Entrevista al escritor celendino JORGE DIAZ HERRERA

Entrevista al escritor celendino JORGE DIAZ HERRERA


LA RAZÓN DE LA MELANCOLÍA
Por Jorge Eslava
(Revista Domingo del diario La República, 16 de mayo de 2010)

En su apacible casa de Chaclacayo, repleta de libros y retratos y rodeada de verde, el narrador, poeta, dramaturgo y ensayista cajamarquino Jorge Díaz Herrera repasa su prolífica y celebrada obra literaria.
—Hablemos de su infancia, que es casi legendaria. ¿Es verdad que creció entre gitanos y artistas de circo?

—Mi calle era el paraíso infantil. Calle larguísima. Orillada de viejos y altísimos ficus. En ella convivíamos, en fraterna vecindad, sacerdotes, reinas de belleza, profesores, policías, carpinteros, zapateros, políticos, chicherías, albañiles, choferes, estudiantes y un grupo de seres fantasmales… Frente a ese mural de humanidades había un descampado donde se asentaban las carpas de los circos y de los gitanos. Yo anhelaba ser como ellos. Mi calle era un libro abierto –lo digo hoy-, un hermoso libro que nunca concluyo de leer.
—Además de la vida comunitaria y aventurera, ¿qué le dejó el paso de esa vida de trotamundos? ¿Qué aprendió de los acróbatas y tragafuegos?

—Encantos y desencantos . Mi primera gran desilusión fue cuando, en mi niñez, mi amigo “El hombre de goma”, del circo Caballini, se cayó de la barra del parque infantil y se fracturó el brazo. ¡El hombre de goma no era pues de goma! O el gitano que se colgó de un árbol por amor a una trapecista. Ya después fui recogiendo mis personajes que anidaron en mis novelas, cuentos, teatro…

—¿Qué recuerdos tiene de su experiencia artística como integrante del grupo Trilce?

—Fue un tiempo grato mientras estudié en la Universidad Nacional de Trujillo. Luego, lo he dicho innumerables veces, el grupo llamado Trilce fue una gran borrachera que se extinguió cuando se acabó el trago.
—¿Cuánto influyeron las ideas políticas de entonces en su formación intelectual?

—Creo que más de media vida consciente batallé en la política. Soñé estar al lado de los buenos. Fui siempre un dirigente universitario. Salí del APRA con Luis de la Puente Uceda. Huí de los sectarios apristas, que nos perseguían como traidores y tenían la convivencia pradista de cómplice. Sin embargo siempre estuve alerta de no convertir mi obra de creación en panfletaria.
—En 1970 obtiene dos galardones: una Mención Honrosa en el Concurso “El poeta joven del Perú” (1970) y el primer lugar en el Premio de Teatro de la Universidad de San Marcos por “Comanche”. ¿Puede referirse a esos dos momentos?

—Para mí los concursos, de toda índole, han sido siempre como una lotería. No creo haber perdido un solo concurso en el que participé. Hace muchos años que no intervengo en ninguno, mas bien creo que me he convertido en jurado. El teatro fue una de mis primeras pasiones, vi algunas obras mías escenificadas con éxito. Cuando obtuve el Primer Premio por “Comanche”, recibí la distinción y el dinero; pero nunca vi la obra representada. Lo del Poeta Joven del Perú, pues lo celebramos con Watanabe y los amigos próximos.
—Fueron sus primeras lecturas o la presencia de algún personaje que motivó su interés por la literatura infantil?

—Mi abuelo tenía una inclinación de colmarme de bellas ediciones de cuentos orientales, ilustrados al modo de los artistas de los lares. Además, Andersen, los hermanos Grimm, Walt Disney acompañaron mi infancia. El primer libro entero que leí fue Corazón. Libro que hoy la cursilería de moda llama lacrimoso, confundiendo la tristeza con la ternura.
—Uno de sus libros más apreciados es Alforja de ciego, que contiene un centenar de relatos mínimos. ¿Se siente cómodo en ese microcosmos? ¿Cómo realizó esa labor de relojero?

—Alforja de ciego fue en su origen un libro muy voluminoso, compuesto de largas historias. Lo llevaba conmigo en aviones y buses durante mis viajes. Y cada vez los iba acortando. Así llegué al deslumbramiento por el chiste popular: cómo en dos o tres o un poco más de trazos te cuentan una historia. En esa época en París estaban de moda “Los chistes que hacen llorar”. Entonces decidí seguirles la huella a esas brevísimas narraciones y me dieron por resultado los cien cuentos de Alforja de ciego. Me agrada mucho haberlo logrado. Además, mis novelas y cuentos posteriores tratan de evitar la palabrería exagerada y centrarse en el mínimo de palabras necesarias.

—Otra joya es Parque de leyendas. Un libro que resume sus preocupaciones estéticas (que conjugan prosa y verso) y sus principios éticos. ¿Recuerda en qué condiciones lo escribió?

—Claro, en la época del movimiento revolucionario de Juan Velasco. Vi tantas cosas, mi entusiasmo por el destino que se estaba construyendo para el Perú me hizo ennoblecer lo que veía. Y cada día escribía un parque de leyendas. No imaginé, ni tenía el propósito de convertirlo en libro. Pero la voluntad del autor es poca cosa ante su creación. Al final fue editado por el Instituto Nacional de Cultura, galardonado con el Premio de Fomento a la Cultura “José María Eguren”.

—¿Cómo definiría sus otros libros importantes para niños como la colección de cuentosMi amigo caballo o la novela corta La colina de Irupé?

—Consciente o inconscientemente, mi acto de escritor trata de lograr obras con buenos propósitos. Ennoblecer la desdicha, la fatalidad. Aunque esto les resulte a algunos un gesto moralista. Ya lo he dicho muchas veces: si soy moralista, lo soy conmigo mismo. No pretendo imponer mis modos de enfrentar la vida a los demás.

—¿Cree que Sones para los preguntones es, como lo calificó David Soldevilla, un libro de filosofía para niños?

—Aprecio mucho a David Soldevilla. Si él afirma tan magnánimo calificativo, pues quién soy yo para contradecirlo. No olvido que la filosofía fue mi primera inquietud y que, para mí, filosofía es toda interrogante que me hace cavilar en busca de la verdad.

—Como persona o como artista, ¿se siente usted reivindicado ahora que se habla con gran respeto del género?

—No creo que sea yo el único que se sienta bien ante este boom de la literatura para niños. Aunque no puedo dejar de indignarme ante cierta proliferación de literatura boba y bastarda, basada en el poco nivel de quienes la escriben o en el falso criterio de que los niños son unos enanitos descerebrados. La obra dedicada a los niños debe ser una obra artística, para gusto de todas las edades que aprecian la belleza.

PERFIL

Nombre: Jorge Díaz Herrera

Lugar de nacimiento: Celendín, Cajamarca, 1941

Formación profesional: Bachiller en Educación por la Universidad Nacional de Trujillo, Doctor en Literatura por la Universidad Complutense en 1968. Fue catedrático de Lengua y Literatura en la Universidad de Trujillo y en la Universidad de Lima. Profesor visitante en Madrid, Barcelona, León, Islas Baleares.

Libros: 21 publicados. Entre ellos: Orilla, Los duendes buenos, Ver para correr, Tiene miedo el oidor, Comanche, Aguafiestas, La batalla del lucero, Mi amigo caballo, Por qué morimos tanto, Alforja de ciego, La agonía del inmortal, Pata de perro.

Distinción más importante: Premio Nacional de Fomento a la Cultura “José María Eguren” (1972).

lunes, 10 de abril de 2017

APOTEÓSICA LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO CUENTOS DEL TÍO LINO DE DON ANDRÉS ZEVALLOS DE LA PUENTE

APOTEÓSICA LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO CUENTOS DEL TÍO LINO DE DON ANDRÉS ZEVALLOS DE LA PUENTE
Juan C. PAREDES AZAÑERO
El día de ayer viernes 29 de enero de 2016 será recordado por un suceso literario trascendental: La presentación del libro Cuentos del Tío Lino del Prof. Andrés Zevallos de la Puente, un libro de lujo, en tres idiomas: Castellano, Quechua e Inglés, del sello Lluvia Editores conducido por el connotado editor cajamarquino Dr. Esteban Quirós Cisneros.
El escenario fue el Ex Hospital de Varones del Complejo Monumental Belén, en este reencuentro apreciamos al Prof. Andrés Zevallos -este año celebra el centenario de su nacimiento- de un aspecto muy jovial, lúcido, con el mismo timbre de voz cuando nos daba sus clases de Educación Artística en la Gran Unidad Escolar San Ramón en 1ro. “C” y 2do. “C” en los años ya idos de 1961 y 1962, respectivamente, con cabello cano…
Esta ceremonia estuvo muy concurrida, apreciamos familiares de don Andrés, paisanos contumacinos, gran cantidad de amigos, ex alumnos, sus colegas escritores y muchas personas de la intelectualidad cajamarquina.
Continuará en Sucesos literarios

ZEVALLOS DE LA PUENTE, Andrés. [1916].

ZEVALLOS DE LA PUENTE, Andrés. [1916].
Escritor y renombrado pintor peruano, nació en Campodén, Cospán, Cajamarca. Estudió su Educación Primaria en la Escuela Primaria Nº 82005 Ex 91 y su Educación Secundaria en el Centenario Colegio San Ramón de Cajamarca.
En 1937 ingresó a la Escuela Normal de Bellas Artes de Lima y en 1966 se graduó como profesor de Educación Secundaria en la Especialidad de Historia y Geografía en la Universidad Nacional de Cajamarca.
Ha trabajado como profesor en los colegios Abel Alva de Contumazá y San Ramón de Cajamarca y como Director en el Instituto Nacional de Cultura Filial Cajamarca de 1965 a 1982, en cuyo período desarrolló actividades muy significativas e importantes, tales como: La restauración del Conjunto Monumental de Belén y el Cuarto del Rescate, la recuperación del Teatro Cajamarca, la creación de las Bibliotecas Rurales y la Organización del Archivo Histórico Departamental de Cajamarca del cual fue su primer Director
Antología:
-       LÓPEZ CORONADO, José. Nidal de Colibríes – Minificción en la Región Cajamarca. Cutervo, Impreso en los talleres gráficos de MAVI S.A.C. 1ra. edic. Setiembre 2014. 188 Pág. pp. 24 – 26, 173.
-       SALAS SALAS. Luzmán. Antología de literatura Infantil y Juvenil de la Región Cajamarca. Lima, Editorial San Marcos, 1ra. edic. 2013. 184 Pág.  pp. 137.
-       SALAS SALAS, Luzmán. La Prosa de los Cajamarquinos. Cajamarca, Martínez Compañón Editores S.R.L. 2da. edic. 2012, 514 pág. pp. 392, 476.
-       SALAS SALAS, Luzmán. La Prosa de los cajamarquinos. Cajamarca, Publiser SRL. 1ra. edic. 2010, pp. 356 y 428.
-       RODRÍGUEZ GUTIÉRREZ, Manuel. Voces en el fuego de la palabra. Narrativa de todos los tiempos. Antología de Cajamarca. Editado por Cuervo Blanco Ediciones, Cajamarca, 2010. 258 Pág. pp. 211.
-       SALAS SALAS, Luzmán, Lecturas selectas sobre Cajamarca. Cajamarca, 1ra. Edic. Impresión Enrique Bracamonte Vera S. A. 2003, pp. 88.
-    RAVINES SÁNCHEZ, Tristán. Diccionario Histórico y Biográfico de Cajamarca. Editorial Los Pinos E.I.R.L. Primera edic. 1999. Pág. 218. 21 x 28 cm. pp
Premios y distinciones:
-       2016. Entrega de la distinción de "Doctor Honoris Causa" otorgada por la Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo-UPAGU de Cajamarca.
-     2012. Reconocimiento al Prof. Andrés Zevallos de la Puente, digno socio honorario de la institución, educador y artista plástico por su larga trayectoria en beneficio de la cultura otorgado por la Mesa Redonda Panamericana de Cajamarca al conmemorar el XX Aniversario de su Creación en Cajamarca.
-     2011. La condecoración Orden del Sol Naciente, Rayos de oro y Plata por sus valiosos aportes a la investigación arqueológica por misiones japonesas en el Perú, por el Gobierno del Japón, en la residencia del Embajador del Japón Mazahiro Fukukawa.
-     2011. Distinción especial al pintor cajamarquino Andrés Zevallos por su contribución a la cultura y arte del país y el mundo y su brillante trayectoria, otorgado por el Eje de Turismo de la Municipalidad Provincial de Cajabamba y la Asociación Cultural Arco Iris.
-     2008. Medalla de la Región, en mérito a su trayectoria artística y su aporte a la cultura, otorgada por la Institución educativa Inmaculada Concepción, en coordinación con el Gobierno Regional Cajamarca, en el marco de la celebración de los 146º aniversario de promulgación de la Ley de Creación del Departamento de Cajamarca.
-     1972. Fue invitado por la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Cultura Hispánica, visitó varias ciudades españolas disertando sobre temas de cultura peruana. 

Obra: 
-    Volviendo a mirar la senda. 1991.
-    Mario Urteaga: Boceto Biográfico del Pintor. 1985.
-    Cuentos del tío Lino. 1980.
-    Belén de Cajamarca.
-    Tres pintores Cajamarquinos: Mario Urteaga, José Sabogal y Camilo Blas.
Comentarios:
Lo hallé hoy en una librería de Pórtland, y no podía creerlo. Me había pasado la noche soñando con Cajamarca y con la belleza trágica de esa ciudad de los andes peruanos, y llegar la mañana me encuentro sin buscarlo con un álbum de la iglesia de piedra de Belén, uno de los complejos arquitectónicos más asombrosos del arte español y americano.

Las fotos han sido, por supuesto, recopiladas por Andrés Zevallos de la Puente, el pintor, quien, además traza un cuadro histórico y una descripción del conjunto de edificios religiosos y sanitarios de ese nombre que comenzaron a construirse en 1642. Dije “por supuesto” porque si ustedes quieren conocer Cajamarca y no pueden viajar allá por el momento, les aconsejo que vayan a una exposición del pintor Andrés.
Allí encontrarán los rostros del campo, las fiestas de la siembra y la cosecha, el color de las flores y los árboles, los ritos del amor y de la vida, y por todas partes, los tunales, las piedras, las dudas, las montañas, las penas, las sombras, las nubes, las palabras iniciales de la creación y todos los hechizos que hacen de Cajamarca una tierra encantada.
Eduardo González Viaña.
En: Revista opine. Revista virtual.

“Una Vida entre la Pluma y el Pincel” fue el lema que tuvo el homenaje realizado al ilustre pintor cajamarquino, organizado por la Institución educativa Inmaculada Concepción, en coordinación con el Gobierno Regional Cajamarca.
Andrés Zevallos recibió la Medalla de la Región, máximo distintivo que otorga el Presidente Regional, en mérito a su trayectoria artística y su aporte a la cultura, de manos del asesor presidencial Rubén Vílchez.
Con la presencia del consejero regional, Luzmán Salas Salas, el director del Archivo Regional, Evelio Gaitán Pajarez, el director de la Escuela Superior de Formación Artística Pública “Mario Urteaga Alvarado” de Cajamarca, Daniel Cotrina Rowe, además de diversas personalidades y público, en general, se llevó a cabo la condecoración del mencionado artista cajamarquino.
Escrito por GOBIERNO REGIONAL CAJAMARCA.
En: Cajamarca opina. Diario virtual.

Zevallos es un intelectual, promotor cultural,  y un hombre metido en el quehacer literario y pictórico de la región, de allí que es muy respetable su esquema literario para ubicar los espacios poéticos, las tendencias, las escuelas y los momentos históricos donde uno puede intentar dar un acertado testimonio de este proceso poético cajamarquino.
ARTEAGA NÚÑEZ, Armando. Conferencia: Poetas cajamarquinos del siglo XX.

Célebre pintor cajamarquino que reescribió los “Cuentos del Tío Lino”, escuchados en Contumazá, y los publicó en libro ilustrado en 1980. Su versión es acaso la que mejor recoge la fluidez de la oralidad, la magina andina y la estampa campesina de nuestra región.
LÓPEZ CORONADO, José.
Nidal de Colibríes – Minificción en la Región Cajamarca. Cutervo. pp. 173.

La vida de ZEVALLOS DE LA PUENTE Andrés.

ZEVALLOS DE LA PUENTE, Andrés. [1916].
Don Andrés Zevallos de la Puente en la presentación de "Carnaval de coplas Cajamarquinas" de Arturo Corcuera. C/01/04/2009.Nació en Campodén, Cospán, Cajamarca, en 1916. Su primera infancia transcurrió en Contumazá. De 1937 a 1941 estudió dibujo y pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes, cuyo director era por entonces José Sabogal.
En 1943 dejó Lima para dedicarse a la agricultura en Contumazá, al fundarse el Colegio Secundario Abel Alva, inicio labores docentes hasta la persecución política de 1949.
Vuelto a Cajamarca tras duras experiencias ingresó de dibujante en el colegio San Ramón donde, en 1955, fue nombrado profesor de Artes Plásticas. Después, graduado en la Primera Promoción de Educación de la Universidad Nacional de Cajamarca, dictó cursos de Historia y Geografía.
En 1965 fue llamado para dirigir la recientemente creada Casa de la Cultura más tarde filial del I.N.C. cargo que renunció después de 17 años consecutivos, periodo en el cual realizó importantes obras a favor de la cultura de Cajamarca.
En 1972, invitado por la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Cultura Hispánica, visitó varias ciudades españolas disertando sobre temas de cultura peruana.
Habiendo reanudado su actividad pictórica, en 1972 realizó su primera exposición individual en Lima, organizada por la Galería de Arte “9”. Seguidamente fue invitado a exponer en varias ciudades de Alemania entre ellas Dortmund y Munich.
Entre su producción como escritor destacan sus obras Cuentos Del Tío Lino y Boceto Biográfico del Pintor Mario Urteaga.
Sus Obras pictóricas se encuentran en colecciones públicas y privadas de España, Inglaterra, Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Canadá, Japón, Noruega y en Cajamarca  existe una sala dedicada íntegramente a sus obras, en las instalaciones del I.N.C.
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Falleció Andrés Zevallos de la Puente, el último pintor indigenista

Falleció Andrés Zevallos de la Puente, el último pintor indigenista

El pintor cajamarquino Andrés Zevallos, con los pinceles, pero también con la pluma.

Andrés Zevallos nació en Cajamarca y tenía 101 años de edad. Fue discícipulo de José Sabogal. Además de pintor,  es autor de un hermoso libro, "Cuentos del tío Lino"

El pintor  Andrés Zevallos de la Puente, considerado el último indigenista, falleció  a los 101 años de edad, en la ciudad de Cajamarca.
Como artista plástico y también autor de relatos, tuvo una larga trayectoria y era, de hecho, una de las personalidades de la cultura peruana afincada, no en Lima, sino en una ciudad de provincia, su natal, Cajamarca. Otra figura cultural que optó la periferia capitalina -pero en el campo de las letras-  fue el recordado catedrático y crítico literario Manuel Baquerizo, que optó trabajar en Huancayo.

Andrés Zevallos estudió primaria en el mítico Colegio Nacional San Ramón de la Ciudad de Cajamarca. Y cuando llegó a Lima, ya convencido del arte, ingresó a estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes, carrera que la hizo entre 1937 y 1941. Entonces la citada casa de arte la dirigía el pintor y maestro indigenista José Sabogal.
Además de pintor, como funcionario de cultura promovió la cultura. Fue director de la Casa de la Cultura de Cajamarca, que después se llamó Instituto Nacional de Cultura. Entre sus obras, se cuenta que recuperó Teatro Cajamarca, restauró el Conjunto Monumental Belén y del Cuarto del Rescate. Asimismo, creó la Red de Bibliotecas Rurales y se organizó el Archivo Histórico Departamental de Cajamarca del cual fue su primer Director. Tenía plena consciencia de que había que trabajar mucho por el patrimonio cultural.
Como artista plástico, su obra recrea personajes de la campiña cajamarquina, el paisaje, así como sus escenas cotidianas. La vida rural, campesina, bulle en sus lienzos como una forma de reconocer y afirmar mucho del alma andina, peruana.
Su obra ha sido expuestas en diferentes ciudades del mundo, como Alemania, México, Estados Unidos, Canadá, Francia, entro otros países.
Como escritor, publicó “Los cuentos del tío Lino”. Se trata de un libro de cuentos breves cuyo protagonista, un campesino, encarna la sabiduría y el buen humor de la gente del pueblo. Otros libros, Boceto Biográfico del Pintor Mario UrteagaTres pintores Cajamarquinos: Mario Urteaga, José Sabogal y Camilo Blás.
Ha trascendido que los restos mortales del maestro cajamarquino serán traídos a Lima para su respectivo velatorio y sepelio.

Raíces del maestro Andrés Zevallos

Raíces del maestro Andrés Zevallos


La exposición. Las obras se exhiben hasta fines de agosto en el museo del Señor de Sipán.

Lambayeque. A los 99 años, el pintor de la corriente indigenista presentó su más reciente creación pictórica.
Roberto Ochoa
Todo empezó cuando el arqueólogo Walter Alva, director del Museo Tumbas Reales del Señor de Sipán, recibió un sobre con una carta “como las de antes, escrita a mano y con buena caligrafía”.
 
Su sorpresa fue mayor cuando reconoció que se trataba de un mensaje escrito por don Andrés Zevallos de la Puente, considerado el último pintor de la corriente indigenista fundada por José Sabogal.
 
En la misiva, el maestro cajamarquino (¿o cajamarqués?) solicitaba los ambientes del emblemático museo lambayecano para la exposición de su más reciente creación: una serie de óleos de gran formato inspirados en los últimos descubrimientos arqueológicos, desde Sipán hasta Caral, pasando por el denominado Muro del Tema Complejo,  descubierto y restaurado en el Museo de las Huacas del Sol y de la Luna, en Trujillo.
 
Alva no lo dudó y la muestra se inauguró hace unos días con la presencia del maestro Zevallos –quien está a punto de cumplir cien años de edad– en una emotiva ceremonia que contó con la presencia de sus hijos, nietos, bisnietos, amigos y autoridades culturales. Y fue el propio Alva quien resaltó la fuerza creativa de Zevallos “donde destacan los colores puros de la tierra, los cielos límpidos del ande y los personajes sencillos que alcanzan verdadera dimensión épica”.
 
Como se sabe, Zevallos fue discípulo de José Sabogal y, luego de un largo periplo vivencial que lo alejó de los pinceles y de su querida Cajamarca, volvió al taller en los años 70 del siglo pasado. Hoy, con 99 años a cuestas, sigue al pie del caballete y se mantiene al día con las actividades culturales sin dejar de pintar.
 
La exposición es un homenaje a un artista plástico que sigue conmovido por la historia del Perú.
 

Claves

 
Don Andrés Zevallos de la Puente estudió entre 1937 y 1941 en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Escribió la biografía de José Sabogal y de Mario Urteaga. y fue compliador de los surrealistas “cuentos del Tío Lino” que formaron a toda una generación de cajamarquinos.

Tres días de duelo por fallecimiento de pintor y escritor Andrés Zevallos de la Puente



Andrés Zevallos, pintor y escritor cajamarquino | Fuente: RPP | Fotógrafo: Archivo
La Municipalidad Provincial y el Gobierno Regional de Cajamarca, declararon tres días de duelo por el lamentable fallecimiento del gran pintor indigenista, Andrés Zevallos de la Puente, quien dejó de existir hoy, en horas de la mañana.

La disposición deberá ser implementada por todas las instituciones públicas y privadas hasta el 09 de abril. En estos días, las entidades deberán izar la bandera nacional a media asta como señal de duelo por el lamentable suceso.

El gran pintor cajamarquino, Andrés Zevallos, pertenece a la escuela indigenista. Su amor por el arte recibió la influencia de otros maestros de la plástica como Bagate, Mario Urteaga Alvarado y José Sabogal Diéguez.

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