sábado, 2 de abril de 2022

CAJAMARCA: fue importante desde tiempos antiguos.

 

CAJAMARCA: fue importante desde tiempos antiguos.

Esta ciudad fue importante desde tiempos antiguos. Sus inicios se remontan a los primeros grupos humanos Huacaloma, Layzón, Cumbe Mayo y Otuzco, hace 3 mil años aproximadamente y luego vio florecer en esta zona al imperio incaico. Catedral de Cajamarca




Como destino turístico, se puede decir que Cajamarca tiene en esencia mucha historia que contar y alegría en cada una de sus celebraciones y habitantes. 

La que hoy es la ciudad más destacada de la sierra norte del Perú en algún momento también fue el escenario donde tuvo lugar la captura del Inca Atahualpa, eran los últimos latidos del Tahuantinsuyo. 


Conocida por sus pintorescas manifestaciones culturales e importante producción de lácteos, la capital del carnaval peruano, está en constante crecimiento poblacional y económico. 

Su arquitectura barroca y colonial expresa la influencia española, ejemplo de ello son los templos de San Francisco, Belén y la Recoleta; 

Al este de Cajamarca, se encuentran los baños del Inca (famoso por sus aguas termales) y también las ventanillas de Otuzco (conjunto de nichos de los antiguos lugareños)











HISTORIA DEL COLEGIO NACIONAL DE SAN RAMÓN

 HISTORIA DEL COLEGIO NACIONAL DE SAN RAMÓN


Hablar de “San Ramón”, es identificar a éste con la historia republicana de Cajamarca; entonces es fácil corregir el slogan, acuñado por la sapiencia del pueblo, como una respuesta de gratitud por parte de éste con “San Ramón es Cajamarca, Cajamarca es San Ramón”.

En 1826, con la supresión de los conventos de Cajamarca: la Recoleta, la Merced y Belén, por Simón Bolívar; se produjo la coyuntura necesaria para alcanzar tal objetivo. 

El lapso comprendido entre 1826 y 1828 puede considerarse como la segunda y definitiva etapa para su establecimiento. Este período se define por dos gestiones. 


La primera de la Municipalidad de Cajamarca, a través de un memorial, "haciéndose eco el sentir de la ciudadanía", el 12 de agosto de 1828, pedía al Supremo Gobierno el establecimiento de ciertos gravámenes, para fundar y sostener un "Colegio de Instrucción Media". 

Y la segunda, que corresponde a la gestión parlamentaria del diputado por Cajamarca al Congreso Constituyente, Juan Antonio Torres, que culminó con la promulgación de la Ley del 11 de noviembre de 1829, que "destinaba para el Colegio de la ciudad de Cajamarca el convento supreso de la recolección franciscana con todas sus fábricas, derechos e iglesias, y adjudicábase a la vez las rentas de los demás conventos supresos"