miércoles, 13 de julio de 2016

HOY TRECE DE JULIO: HISTORIA DEL GLORIOSO COLEGIO "SAN RAMÓN" DE CAJAMARCA

HISTORIA DEL GLORIOSO COLEGIO "SAN RAMÓN" DE CAJAMARCA

Convento de clausura estricta en Cajamarca

En 1826, con la supresión de los conventos de Cajamarca: la Recoleta, la Merced y Belén, por Simón Bolívar; se produjo la coyuntura necesaria para alcanzar tal objetivo.

Bolivar 1822
El lapso comprendido entre 1826 y 1828 puede considerarse como la segunda y definitiva etapa para su establecimiento. Este período se define por dos gestiones.

La primera de la Municipalidad de Cajamarca, a través de un memorial, “haciéndose eco el sentir de la ciudadanía”, el 12 de agosto de 1828, pedía al Supremo Gobierno el establecimiento de ciertos gravámenes, para fundar y sostener un “Colegio de Instrucción Media”.

Y la segunda, que corresponde a la gestión parlamentaria del diputado por Cajamarca al Congreso Constituyente, Juan Antonio Torres, que culminó con la promulgación de la Ley del 11 de noviembre de 1829, que “destinaba para el Colegio de la ciudad de Cajamarca el convento supreso de la recolección franciscana con todas sus fábricas, derechos e iglesias, y adjudicábase a la vez las rentas de los demás conventos supresos”

Pese a que la Ley de 11 de Noviembre de 1829 disponía el establecimiento inmediato del Colegio de Cajamarca, su instalación sólo fue posible dos años después, debido en gran parte a la presión ciudadana y al interés desplegado por el Municipio de Cajamarca, presidido por su Alcalde Manuel de Castañeda y Hoyos (1830-1831).

Su apertura, con el nombre de Colegio Central de Artes y Ciencias, se efectuó el 8 de septiembre de 1831, en virtud del Decreto Supremo de 17 de junio del mismo año. 

En su inicio el Colegio tuvo un nivel universitario donde se enseñó Derecho, Filosofía, Latín, Matemática; el colegio era dirigido por un rector y los profesores eran catedráticos. 

El nombre de San Ramón 

Cajamarca pertenecía al departamento de Trujillo. 

La revolución del 3 de enero de 1854 fue un movimiento político y social encabezado por: Toribio Casanova, Juan Antonio Egusquiza y Pedro Villanueva, quienes en gesta popular convirtieron a Cajamarca en departamento, hecho refrendado por Ramón Castilla con D.S. el 11 de febrero de 1855.
Como consecuencia del Movimiento popular del 3 de enero de 1854 el Colegio interrumpió sus labores, por orden del Gobierno, pues quien había enarbolado el movimiento Don Toribio Casanova, era Director del Colegio. Reabriendo sus aulas en de 1856, con el nombre de Colegio “San Ramón” en homenaje y gratitud al Mariscal Ramón Castilla – Presidente del Perú – que refrendó su reapertura. Tomando como Santo de advocación a San Ramón Nonato, cuyo nombre se conjugo con el nombre del Presidente de la República.

 El local de la Recoleta
El local del colegio 

 El local de la Recoleta fue construido por los recoletos de la Orden Franciscana, quienes inician las gestiones para su construcción en 1650.

El 14 de enero de 1668 autorizan desde España su construcción.

En 1671 concluye la construcción de la iglesia 
Interiores del local de San Ramón

 En 1678 concluye la construcción del convento 

En 1826 Simón Bolívar suprime los conventos en Cajamarca. 

En 1831 Se instala el Colegio de Artes y Ciencias en el local la Recoleta.

San Ramón y la Guerra con Chile


Después de ocupar Lima y gran parte del país el ejército Chileno llega a Cajamarca en 1882, anunciando el epílogo de la infausta guerra con Chile iniciada en 1879, Pierola había abandonado Lima y se refugiaba en el interior dejando su casco prusiano, es en ese momento cuando sobresale la figura del Taita Andrés Avelino Cáceres, que traslada el alma nacional hacia la sierra, iniciando la epopeya de la Breña suscrita con heróicas acciones de Marcavalle, Pucará, Concepción, San Jerónimo y otras que se impusieron a los fusiles chilenos. San Pablo estuvo dentro de ese contexto y San Ramón fue su espíritu.

La población Cajamarquina vivía un fervor patriótico, por lo que muchos se alistaban en sus filas para expulsar al enemigo, conformándose la columna de honor comandada por el coronel Eudocio Ravínes. Mientras en la ciudad se vivía esto, en las aulas del Colegio San Ramón el 8 de julio de 1882 en el transcurso de la primera hora de clase, había circulado entre los alumnos del Colegio una Proclama. Proclama que fue leída en el centro del patio por Gregorio Pita subido en la pileta.



“¡ALUMNOS DE SAN RAMÓN LA PATRIA ESTÁ INVADIDA, LA PLANTA DE LOS CHILENOS HA HOLLADO EL SUELO DE CAJAMARCA; NUESTRA BANDERA NECESITA DEFENSORES, CORRAMOS A LA GUERRA… A DEFENDER LA TUMBA DE NUESTROS PADRES, LA SANTIDAD DE NUESTROS HOGARES, LA HONRA DE NUESTRA PATRIA!”

Después de leída añadió con resolución y valor “Todo se puede me voy a la guerra y juro defender mi patria hasta morir por ella”. Se acercaron José Manuel Quiroz y Enrique Villanueva y con los brazos en alto gritaron ¡juramos!

Estos son los héroes Sanramoninos ¡Los tres colegiales del juramento!.
Los tres colegiales del juramento
El fervor era indescriptible; el Rector cerró el colegio y profesores y alumnos se enrolaron en la columna de honor y el 11 de julio partieron a San Pablo, entre ellos Pita de 20 años, Quiroz de 15 años y Villanueva de 19 años,partieron rumbo a la guerra para llegar puntuales a la cita con la muerte y el 13 de julio en la Batalle de San Pablo sus cuerpos cayeron por las balas chilenas, pero su espíritu vive con nosotros junto a más de 250 cajamarquinos que llenaron de gloria las páginas de la historia. Junto a ellos murió también Néstor Batanares de sólo 14 años. A todos ellos reiteramos nuestra gratitud eterna.
Batalla de San Pablo

Como represalia el ejército chileno incendió el colegio con parte de sus bienes, parte de los mismos fueron con el tiempo puestos a buen recaudo –en los vecinos-.

El colegio no brindó sus servicios cerca de seis años, reabriendo sus aulas en 1889.


MONUMENTO A ESTUDIANTES SANRAMONINOS
Cajamarca, 01 de Enero del 2008.


Como un homenaje necesario a los estudiantes Sanramoninos Gragorio Pita, José Manuel Quiroz y Enrique Villanueva quienes ofrendaron sus vidas, en la heroica Batalla de San Pablo, en defensa de nuestra soberanía contra el enemigo invasor, la Municipalidad de Cajamarca ha erigido un monumento que perenniza la memoria de estos héroes cajamarquinos en la Av. De los Héroes.

El texto que se acuña en la placa recordatoria es muy sugestivo, exterioriza el sentir del pueblo cajamarquino a sus estudiantes héroes. 


 Felicitaciones Sr. Alcalde por este noble gesto, tan ejemplar para las demás autoridades cajamarquinas.

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